lunes, 22 de septiembre de 2014
viernes, 1 de agosto de 2014
Anochece
Los buenos momentos pasados en el recuerdo quedan, los malos, por suerte, también. Sin embargo somos nosotros mismos junto con la vida y su forma de llevarnos hasta acantilados emocionales los que escriben nuestra historia. Día a día, con cada nuevo amanecer. Nunca podremos saber como proseguirá esa historia. El final: siempre el mismo. Nacemos para morir. Eso es inevitable. La forma de afrontar la vida es la que hace que vivir merezca la pena.
Oh maldito sol. ¿A caso no puedes asegurar un futuro mínimo? ¿A caso no puedes demostrar un mínimo de compasión por el mundo al que iluminas?
Tú estás acostumbrado. Todos los días, desde lo alto, ves a la gente en su máximo esplendor y en su más oscuro infierno. Los contrastes emocionales son parte de tu día a día. Problemas demasiado mundanos como para preocuparte lo más mínimo.
Sin embargo, aquí, donde nos iluminas, esos problemas duelen. Duelen y no dejan de doler. El temor a no hacer lo correcto, el temor de dañar a las personas que amas. El temor de no recuperar los días de gloria, de felicidad, de paz interior.
Eres cruel. Todo lo inmortal es cruel.
Sin embargo no os envidio. Nunca podréis sentir dolor pero tampoco sentiréis ese calor interno. Ese vuelco al corazón, esa inexplicable felicidad producida por el mirador de sus ojos. Esa mirada que tiempo atrás te atrapó y de la que nunca has conseguido escapar. Esa sensación de bienestar entre sus brazos, acariciando sus cabellos y con su olor en tus fosas nasales.
No lo podéis sentir y no sabéis lo que os perdéis.
Seguramente yo tampoco lo sepa. Seguramente yo tampoco sepa hasta que punto estoy atrapado. Solo se que si quiere marchar, con lágrimas empañándome la vista la dejaré partir. Dejando un vacío en mi. Haciendo que el sol no vuelva a salir para mi. Sin embargo, si eso hará que en el otro hemisferio del mundo la luz brille siempre, habrá merecido la pena.
JG
viernes, 18 de julio de 2014
Gris
Hoy es un día gris. Un día en el que todo lo que puede salir mal sale mal y lo que puede salir bien, también sale mal.
Los cambios cuestan, sobre todo cuando son a peor. Nadie es indiferente a los cambios. Somos de costumbres. Algunos más y otros menos pero de costumbres al fin y al cabo.
Nuestro ánimo depende muchas veces de estos cambios. No es justo. No es justo que un agente externo, subjetivo e inmaterial nos influya.
Estoy entre cansado, disgustado apenado...
No puedo evitar sentir que erro cada dos minutos. Errar es humano, dicen. A veces desearía no ser tan "Humano". Esa presión de intentar hacer lo correcto sin éxito y haciendo daño a los de tu al rededor.
Muchas veces pienso que no me merezco nada de lo que tengo. Que soy un desagradecido en cuanto a la vida y un egoísta. Que no se valorar lo que me toca y que no se disfrutar de lo que me hace feliz. O tal vez no sea eso. Tal vez si sepa disfrutar de las fuentes de mi felicidad y sea de la carencia de ellas de las que o se disfrutar.
Me siento mal. Mierda. Escombros de la persona que me hubiera gustado montar y que han fallado y caído de forma estrepitosa y desordenada.
Tengo un caos en mi interior que no se de donde viene. Echo de menos y no hago nada por evitarlo. Me comporto pensando en mi yo más animal sin hacer caso al Yo pasional, el que me suele guiar.
Tengo ganas de llorar. De soltar las lágrimas que me pesan y dejar que el mundo de color se vuelva gris hasta que pase la tempestad.
Cerrar los ojos y que lo gris pase a ser negro hasta que los vuelva a abrir y así, me deje apreciar de una forma mucho más clara los colores de la vida.
Buenas noches.
J.G
viernes, 9 de mayo de 2014
He tenido un sueño...
Sentimientos
lunes, 5 de mayo de 2014
Respira
Párate a pensar. Respira. Relajate.
Todo tiene solución aunque ahora no lo parezca. Todos tenemos etapas de desestabilidad mental. Aquí os habla uno de los más desequilibrados. Hay que aprender a ver el vaso medio vacío y no medio lleno. Hay que aprender a tener medio pasado lo malo y medio empezado lo bueno. Tenemos que exprimir la vida. Aprender a ver lo bueno de las cosas y aprender a no darle importancia a lo que nos hace daño. Que hipócrita, JG... Qué hipócrita... aprende. Párate a pensar. Respira. Relájate.
martes, 29 de abril de 2014
Lluvia
No se que tiene la lluvia que me hace decaer. Mi moral cae en picado como lo hace ella por la gravedad. El agua es necesaria. Sin lluvia no seríamos nada. Seguramente no habría vida... pero en mi caso, la lluvia empaña la mía, la que si "hay".
No se que tiene la lluvia que me hace decaer. No es alegre, no es agradable, ni siquiera es relajante. Uno de los placeres de la vida es disfrutar de ese rítmico y agobiante sonido desde la cama. A resguardo. Protegido de todo los malos augurios que con ella trae. La lluvia no tiene piedad, ni semtimientos. La lluvia es egoista, es pegajosa, es inevitable. Sin embargo... es inofensiva.
No se que tiene la lluvia que me hace decaer. Pensar, reflexionar. Es algo inevitable. Día gris y mi cabeza se desata. Es inevitable. A veces en el deseo del sol, del calor, del color. Otras veces en situaciones. La lluvia puede al orgullo, la lluvia ayuda a ver que nadie es perfecto... la lluvia, en mi caso, impulsa la primera facultad humana... pensar.
Y esque es verdad...
No se que tiene la lluvia que me hace pensar.
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JG.
domingo, 13 de abril de 2014
No somos
jueves, 10 de abril de 2014
¿Perfectos?
Pasamos la vida creando hechos, situaciones. A veces no nos damos cuenta de la repercusión de nuestros actos, otras veces no tenemos forma de saber que pasará y algunas otras nos ariesgamos porque hay una mínima posibilidad de algo. Nunca hay que rendirse frente a lo que parece imposible y difícil. Hay que luchar. Y acordarnos que nuestras acciones tienen repercusiones.
Nos pasamos nuestro tiempo integro intentando hacer lo correcto. A veces hay variedad a la hora de elegir. Ahi vienen las preocupaciones por si habré elegido correctamente. Nadie quiere arrepentirse. No hay una sensación peor que el arrepentimiento sincero. Cargar en la conciencia con algun hecho cuya repercusión no es del agrado. Saber que has escogido mal, saber que eso influye, y sobre todo, saber que ha sido por ti. Las cosas pasan porque tienen que pasar y no se pueden remediar. Sin embargo; cada palabra, cada gesto, cada acción que nosotros hacemos hay que pensarla fríamente. Lo que decimos puede doler. Somos frágiles. Las armas matan pero los hechos pueden romper.
Lo doloroso es que muchas veces no lo vemos venir. O bien no lo evitamos porque no hemos reflexionado completamente. Nadie es perfecto. No se puede hacer todo bien, no podemos agradar y gustar a todo el mundo. No se puede. Sin embargo tenemos que esforzarnos por no hacer daño a las personas que nos importan, las personas que nos quieren. Si de verdad te quieren te perdonarán pero no tenemos que abusar de eso. Son personas como tú y tienen semtimientos (seguramente hacia ti de una forma u otra) y no les puedes fallar.
La hipocresía de este gilipollas a veces le sorprende a este propio gilipollas. Yo tampoco soy perfecto.
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JG
domingo, 2 de febrero de 2014
Una luz...
lunes, 20 de enero de 2014
¿Vida fácil?
jueves, 16 de enero de 2014
Colores de la vida
¿Qué sería nuestra vida sin colores? Lo que transmiten, lo que recuerdan... Realmente podríamos vivir perfectamente sin colores, pero... si la vida ya tiene momentos grises aun cuando estamos rodeados de una completa paleta de colores... Ni imaginar todo en blanco y negro. O ni blanco ni negro porque... ¿No son esos dos a caso colores? Muchas veces lo más irreal es lo más real. No hay humano que dude que los sentimientos son reales pero... ¿Alguien los ha visto? ¿Alguien puede desvribirlos de una forma objetiva? Decinitivamente, existen. Y esos son los que nos diferencia de las piedras, de las prendas, de los muebles... ¿De los animales? Quién sabe. Y quien sabe si alguna vez se sabrá. Por ahora, el mejor consejo que me han dado es el de disfrutar. Disfrutar de nuestras experiencias, de nuestros sentimientos y sobre todo, de la gente que hace que esos pequeños desconocidos afloren.
J.G