Hay una luz siempre encendida. Sin embargo, muchas veces no la vemos. Su destello no es pequeño pero, no queremos hacer el esfuerzo de buscarlo. Nada es del todo negro. Todo tiene una parte positiva: Aprendizaje. Sólo se aprende cometiendo errores y los errores se cometen aprendiendo. Es un círculo vicioso pero... A pesar de esto siempre hay una luz. Siempre.
Ella está cuando más sólo te sientes, en los momentos bajos, en los momentos en los que suena tentador tirar la toalla y rendirse. Esa luz siempre está. Sólo hay que hacer un pequeño esfuerzo para ver de dónde viene, cómo alumbra los momentos más oscuros (y los más claros). Nuestra vida existe gracias a esa luz. Sin ella nadie estaría aquí. Nadie lucharía por sus sueños, nadie creería en es esfuerzo, nadie lucharía por los demás, ni siquiera por uno mismo. Nadie sin esa luz. Esa luz llamada esperanza.
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J.G
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