martes, 29 de abril de 2014

Lluvia

No se que tiene la lluvia que me hace decaer. Mi moral cae en picado como lo hace ella por la gravedad. El agua es necesaria. Sin lluvia no seríamos nada. Seguramente no habría vida... pero en mi caso, la lluvia empaña la mía, la que si "hay".

No se que tiene la lluvia que me hace decaer. No es alegre, no es agradable, ni siquiera es relajante. Uno de los placeres de la vida es disfrutar de ese rítmico y agobiante sonido desde la cama. A resguardo. Protegido de todo los malos augurios que con ella trae. La lluvia no tiene piedad, ni semtimientos. La lluvia es egoista, es pegajosa, es inevitable. Sin embargo... es inofensiva.

No se que tiene la lluvia que me hace decaer. Pensar, reflexionar. Es algo inevitable. Día gris y mi cabeza se desata. Es inevitable. A veces en el deseo del sol, del calor, del color. Otras veces en situaciones. La lluvia puede al orgullo, la lluvia ayuda a ver que nadie es perfecto... la lluvia, en mi caso, impulsa la primera facultad humana... pensar.

Y esque es verdad...

No se que tiene la lluvia que me hace pensar.

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JG.

domingo, 13 de abril de 2014

No somos



No somos nada. No somos nadie.

Una vida. ¿Qué es eso? Algo muy relativo, desde luego. Para unos, una eternidad, para otros no es nada. 
No somos nada. No somos nadie.

No nos damos cuenta de lo desaprovechada que tenemos nuestra vida. Una mitad de ella la pasamos durmiendo, para poder disfrutad de la otra mitad. No somos capaces de llevar nuestra existencia sin parones, sin descansos... 

No somos nada. No somos nadie.

La intención del ser humano es vivir. Nadie (en plenas facultades mentales) quiere morir. Nadie quiere que su existencia deje de serlo. Nadie quiere ser olvidado y por ello luchamos hasta el último a liento, con la intencion de ser algo. Ser alguien.

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JG

jueves, 10 de abril de 2014

¿Perfectos?

Pasamos la vida creando hechos, situaciones. A veces no nos damos cuenta de la repercusión de nuestros actos, otras veces no tenemos forma de saber que pasará y algunas otras nos ariesgamos porque hay una mínima posibilidad de algo. Nunca hay que rendirse frente a lo que parece imposible y difícil. Hay que luchar. Y acordarnos que nuestras acciones tienen repercusiones.

Nos pasamos nuestro tiempo integro intentando hacer lo correcto. A veces hay variedad a la hora de elegir. Ahi vienen las preocupaciones por si habré elegido correctamente. Nadie quiere arrepentirse. No hay una sensación peor que el arrepentimiento sincero. Cargar en la conciencia con algun hecho cuya repercusión no es del agrado. Saber que has escogido mal, saber que eso influye, y sobre todo, saber que ha sido por ti. Las cosas pasan porque tienen que pasar y no se pueden remediar. Sin embargo; cada palabra, cada gesto, cada acción que nosotros hacemos hay que pensarla fríamente. Lo que decimos puede doler. Somos frágiles. Las armas matan pero los hechos pueden romper.

Lo doloroso es que muchas veces no lo vemos venir. O bien no lo evitamos porque no hemos reflexionado completamente. Nadie es perfecto. No se puede hacer todo bien, no podemos agradar y gustar a todo el mundo. No se puede. Sin embargo tenemos que esforzarnos por no hacer daño a las personas que nos importan, las personas que nos quieren. Si de verdad te quieren te perdonarán pero no tenemos que abusar de eso. Son personas como tú y tienen semtimientos (seguramente hacia ti de una forma u otra) y no les puedes fallar.

La hipocresía de este gilipollas a veces le sorprende a este propio gilipollas. Yo tampoco soy perfecto.

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JG